domingo, 27 de marzo de 2011

La Estructura Invisible de la Realidad Social

Transcripción del texto "La Estructura Invisible de la Realidad Social" de John R. Searle, de La Construcción de la Realidad Social (1997), citado en "Historia, el Mundo Contemporáneo" de Alonso, Vázquez y Giavón, Aique (Buenos Aires, 1999).

Una razón por la cual los seres humanos podemos soportar la enorme carga de las múltiples relaciones sociales que nos sujetan es que la compleja estructura de la realidad social resulta, por así decirlo, ingrávida e invisible. El niño crece en una cultura en la que la realidad social le es, sencillamente, dada. Aprendemos a percibir ya usar automóviles, bañaderas, casas, dinero, restaurantes y escuelas, sin ponernos a pensar qué son, en qué consisten, por qué existen estos objetos. Nos resultan tan naturales como las piedras, el agua y los árboles. También nos parece natural que exista la propiedad, los matrimonios, los abogados, las constituciones, las guerras, los poderes de gobierno...
Esto ocurre porque la realidad social es creada por nosotros para nuestros propósitos. Los seres humanos, a través del lenguaje, creamos instituciones y relaciones sociales.
El secreto para comprender la existencia continuada, la persistencia de las instituciones y las relaciones sociales es, sencillamente, que los individuos directamente implicados y un número suficiente de miembros de la comunidad siguen reconociendo y aceptando colectivamente esas instituciones y relaciones. En el momento en que, pongamos por caso, todos o casi todos los miembros de una sociedad rechazan el reconocimiento de los derechos de propiedad, como en una revolución y otro tipo de revuelta, los derechos de propiedad dejan de existir en esa sociedad.

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